Carlos García explica
a la audiencia del congreso NNC5ed cómo captar las comunicaciones
inalámbricas de todo quisqui, desde el SAMUR hasta los contadores de la
luz, con un dispositivo que cuesta 15 eruos. Dos 'hackers' al fondo le
piden que ponga el aparato en escucha dentro de la sala y, en la gran
pantalla que muestra al público las ondas captadas, se dibuja
mágicamente un sonriente muñeco amarillo. Bocas abiertas muestran la
sorpresa de los asistentes, pero los 'hackers' de las ondas saben que es
sólo un divertimento. Pueden hacer cosas bastante más serias.
Carlos García es un desarrollador de software de 23 años. Su charla en el evento de seguridad NNC5ed
versó sobre unos dispositivos que hacen lo mismo que los tradicionales
escáners de radio, pero a un precio extremadamente reducido. Es la
revolución de los SDR (Software Defined Radio) lowcost: con un simple pincho USB, pensado para ver televisión en nuestro ordenador y que cuesta entre 15 y 30 euros, podemos escuchar las comunicaciones de barcos, aviones e incluso satélites.
Para
entendernos, un SDR es como una tarjeta de sonido pero más rápida y con
un sintonizador de radio, explica García: "Es simplemente un
dispositivo de radio que en vez de implementar físicamente toda la
circuitería, esta se sustituye por software, lo que abarata el
coste y además sirve para muchos más usos que una radio tradicional.
Puede emitir, recibir o ambas cosas dependiendo del modelo". Los más
baratos sólo emiten, pero es suficiente para pasar un buen rato si se le
instalan los programas adecuados. Por pocos euros podemos ampliar su
capacidad con filtros y una antena más potente que la que lleva
incorporada, consiguiendo así recibir no ya las ondas de nuestra ciudad
sino incluso satélites.
Con un
simple pincho USB que cuesta entre 15 y 30 euros, podemos escuchar las
comunicaciones de barcos, aviones e incluso satélites
García
asegura haber podido captar con su equipo SDR "los mensajes que manda
al taxista la chica que coge los encargos, con el nombre, teléfono y
dirección de alguien que ha pedido un taxi". Después de escuchar el
aviso, el joven quiso comprobar si lo que había captado era correcto y
llamó al teléfono indicado, donde alguien le confirmó que sí había
pedido un taxi. Cabe aclarar que sólo se puede interceptar lo que no
viaja cifrado.
Ambulancias, bomberos, policía local y el sistema
de posicionamiento GPS de sus flotas también están expuestos. García,
voluntario del SAMUR, quiso comprobar personalmente si este servicio es
vulnerable y sí lo es. Las comunicaciones de emergencias usan el sistema
TETRA, mientras que Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía usan
TETRAPOL que, según el joven, "de momento se cree seguro, no he podido
encontrar ninguna evidencia de lo contrario, pero se está trabajando en
la manera de demodular y poner en claro estas señales. Probablemente
pronto tengamos avances".
El programador consiguió también escuchar mensajes mandados a buscas y
no precisamente con contenido inocente: "Grabamos mensajes personales
de gente de un hospital. Había un paciente vomitando y dieron todos sus
datos por el busca. Las alarmas de aquel hospital también van por el
busca". Más: walkietalkies, alarmas domésticas, llaves de
vehículos, mandos de garajes, SMS y llamadas de telefonía móvil,
monitores de bebés, todo es susceptible de ser escuchado si alguien ha
escrito un programa para SDR que lo capte. Y cada vez hay más gente
haciéndolo.
Incluso
los contadores inteligentes de la luz: "Hay muchos tipos y cada uno es
un mundo, pero una vez estudiado el protocolo y si tenemos suerte
podemos llegar a su lectura". ¿Sería posible modificar las lecturas para
pagar menos luz? "No quiero sembrar el pánico... Sí sería posible, pero
al final depende de los controles que tengan las eléctricas: si el día
10 hemos consumido 10KW es extraño que el día 15 el consumo sea de 8KW",
afirma Carlos García.
No se salvan ni las comunicaciones de los
transportes: si van por ondas y no están cifrados, serán escuchados.
Como los sistemas que informan de cuándo llegará el próximo autobús; o
los que dan la posición, velocidad y estado de la vía en transporte
ferroviario. Es posible también, como decíamos, monitorizar las
comunicaciones de satélites, barcos y aviones. Existen programas para
SDR que convierten el dispositivo en un receptor de balizas de posición
de aviones y crean mapas con la localización de los mismos.
En las
pruebas con aviones, Carlos asegura haber conseguido alcances de 400 km
a la redonda, usando filtros específicos para la banda aérea. Lo mismo
con los barcos y "con el GSM, siempre que estemos en zona de cobertura
podemos escuchar a los usuarios que estén en la misma estación base que
nosotros, si no usan 3G ni LTE". Hay otro caso que, por si las leyes, el
programador ha probado fuera de España: los semáforos.
Cabe
aclarar que Carlos García se mostró durante toda su charla muy prudente
respecto a las consecuencias legales de sus experimentos, no mostró de
manera explícita como replicarlos y grabó los más controvertidos fuera
de España. En principio, afirma el programador, "no escuchamos las
ondas, es una simple representación gráfica de una señal con una
determinada modulación pero, por otra parte, según la legislación está
prohibido interceptar cualquier comunicación no destinada a uno mismo o
al público en general, aunque hay muchas interpretaciones".
El
experimento de los semáforos se refiere a los semáforos portátiles que
se ponen cuando hay obras en las carreteras de Europa y Estados Unidos.
Los semáforos hablan entre ellos vía ondas, para sincronizar
que cuando uno está rojo, el otro esté en verde. García explicó que
consiguió grabar la señal de dos semáforos, analizar cómo se
comunicaban, digitalizarlo y... aquí afirma haberse parado, pero podría
haber emitido señales que los semáforos habrían obedecido.
Fuente de la noticia: elconfidencial.com
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