Una veintena de radioaficionados salieron ayer a cazar el zorro. No
llevaban ni escopetas ni el típico vestuario inglés. Las únicas 'armas'
que utilizaron fueron las emisoras y sus teléfonos móviles. Y es que el
nombre de esta actividad, programada en el seno de las fiestas de San
Claudio, da lugar al engaño.
Lo que estos aficionados
hicieron fue buscar a dos personas que se habían escondido
voluntariamente y para localizarlos utilizaron una aplicación de móvil y
las frecuencias de radio, según explicó Juan Enrique Colloto minutos
antes de que esta prueba arrancase desde el aparcamiento del Carlos
Tartiere.
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