Los taiwaneses de Asus buscan su hueco en el mercado con Tinkerboard, una placa que a simple vista podríamos confundir con la Raspberry Pi 3, puesto que comparten un gran parecido en diseño, y también en las conexiones y puertos integrados.
En concreto, la Asus Tinkerboard monta un procesador Rockchip RK3288 de cuatro núcleos a 1.8GHz que, según según los test de rendimiento, sacaría el doble de potencia en GeekBench con respecto a la RP3 Model B. Además, también doblan la memoria RAM con 2GB (1GB en Raspberry Pi) y, algo que muchos echan de menos: puerto Gigabit Ethernet.
En cuanto a conexiones inalámbricas cuenta con WiFi b/g/n con posibilidad de cambiar la antena y Bluetooth 4.0. Aquí puedes ver la comparación:
En concreto, la Asus Tinkerboard monta un procesador Rockchip RK3288 de cuatro núcleos a 1.8GHz que, según según los test de rendimiento, sacaría el doble de potencia en GeekBench con respecto a la RP3 Model B. Además, también doblan la memoria RAM con 2GB (1GB en Raspberry Pi) y, algo que muchos echan de menos: puerto Gigabit Ethernet.
En cuanto a conexiones inalámbricas cuenta con WiFi b/g/n con posibilidad de cambiar la antena y Bluetooth 4.0. Aquí puedes ver la comparación:
Salida HDMI, puertos USB, GPIO de 40 pines para conectar accesorios y complementos… las similitudes saltan a la vista. Llega al mercado con su propio sistema operativo basado Debian, al estilo de Raspbian, aunque ASUS también confirma que por supuesto es compatible con otras distros como OpenSUSE o Kodi, para montar un centro multimedia con esta pequeña placa.
La ASUS Tinkerboard tiene un precio de unos 60 euros al cambio, por tanto es más cara que la Raspberry Pi, pero el tema es el de siempre: la comunidad. Aun siendo más potente, lo que realmente marca la diferencia en favor de Raspberry Pi es la tremenda comunidad de usuarios que se dan soporte unos a otros, crean nuevos proyectos y comparten todas sus dudas y cuestiones.
La ASUS Tinkerboard tiene un precio de unos 60 euros al cambio, por tanto es más cara que la Raspberry Pi, pero el tema es el de siempre: la comunidad. Aun siendo más potente, lo que realmente marca la diferencia en favor de Raspberry Pi es la tremenda comunidad de usuarios que se dan soporte unos a otros, crean nuevos proyectos y comparten todas sus dudas y cuestiones.
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