Los radioaficionados cuentan con capacitación y herramientas para funcionar como medio de comunicación alternativo en caso de colapso de los tradicionales. Trabajan con los bomberos y el Gobierno para actuar en emergencias.
Una sociedad preparada para dar respuesta ante una situación de
catástrofe natural convoca a referentes de diversas áreas, tal cual se
vio en los últimos ejercicios de simulacro: Salvar 2014 y Simex 2015.
Entre ellos, la sociedad cuenta con un grupo de voluntarios siempre
preparados para prestar servicios de comunicación ante una situación de
colapso: los radioaficionados.
Por eso, fueron convocados para participar y trabajan de manera
conjunta con Bomberos, Defensa Civil y el Ministerio de Seguridad que
los capacita para actuar, especialmente en caso de que se saturen los
medios de comunicación oficiales.
Orlando D’Ambrosio, radioaficionado y coordinador general de
Comunicaciones del Comité de Crisis de Voluntarios, señaló que hasta
hace poco la comunidad consideraba esta actividad como un mero hobbie,
pero que los últimos años se ha producido un cambio en esta mirada.
Desde 2010, ha comenzado a motorizarse una mayor intervención de este
sector en catástrofes con rescatistas, ya que con un equipo pueden
transmitir desde cualquier lugar.
“En tiempos de desastres es el sistema alternativo de comunicación
más seguro y confiable porque estamos en permanente capacitación y
contacto”, subrayó.
En el devastador terremoto ocurrido en febrero de 2010 en Chile tuvo
oportunidad de cooperar. Cruzó la cordillera y con sus equipos sirvió de
nexo entre los brigadistas argentinos y sus familias.
Aunque los medios para contactarse se han multiplicado en la
actualidad, en una situación crítica, corte de energía mediante, son la
nada misma. Incluso con corriente eléctrica pueden llegar a colapsar. Es
en esas oportunidades que estos fanáticos del contacto en el éter están
siempre listos, tal cual aseguran.
“Una de las cosas en las que nos preparamos es en estar siempre
‘preparados’, por eso tenemos que tener por lo menos una batería y de
ser posible un grupo generador”, destacó D'Ambrosio.
“Al segundo de ocurrido el hecho ya estamos comunicándonos para tener
información aunque sea extraoficial”, dijo Eduardo Legay, quien lleva
50 años en la actividad, es un telegrafista experimentado que ha
trabajado para la ONU en Yugoslavia en 1992 y en la isla Chipre en
1998.
Resaltó que entre los radioaficionados hay personas con todo tipo de
preparación como abogados, médicos, enfermeros que tienen a disposición
información inmediata en el marco de una gran red. “El radioaficionado
es multifacético y sabe de antemano que lo primero es el compromiso con
la comunidad”, apuntó.
Organizados
Un grupo de ellos ha sido especialmente capacitado para actuar en una situación post-desastre. Por eso, han conformado un comité de crisis junto con bomberos voluntarios, cuya sede está ubicada en el parque Metropolitano de Maipú. D’Ambrosio contó que ante ese escenario ésta se convertiría en centro de comunicaciones.
Un grupo de ellos ha sido especialmente capacitado para actuar en una situación post-desastre. Por eso, han conformado un comité de crisis junto con bomberos voluntarios, cuya sede está ubicada en el parque Metropolitano de Maipú. D’Ambrosio contó que ante ese escenario ésta se convertiría en centro de comunicaciones.
Indicó que en Mendoza hay alrededor de 2.500 radioaficionados de un
total de 16 mil que existen en el país. Pese a que parece una actividad
en la que abundan varones y adultos, dijo que se suman incluso
adolescentes a partir de los 12 años. Además, las mujeres han ido ganado
terreno al igual que en otros planos, aunque reconoció que no son
tantas incluso a nivel mundial y que tropiezan con la falta de tiempo
para dedicarle.
Para comenzar no es tanto lo que se necesita: puede conseguirse un
equipo portátil por 2 mil pesos mientras que algunos más sofisticados
pueden costar entre 10 y 12 mil pesos. Además se requiere tener
licencia, la cual se obtiene luego de un curso que dura entre 3 y 4
meses y tiene un costo de 360 pesos.
Pese a que se los ha incluido en los últimos ejercicios de simulacro y
haber logrado un mayor vínculo con áreas del gobierno encargada de
posibles accciones, consideran que esta vinculación es todavía
insuficiente. “El gobierno no sabe a ciencia cierta cuántos somos”,
asegura el coordinador y señala la necesidad de más apoyo oficial para
sostener la actividad además de más conciencia sobre el rol que pueden
desempeñar.
Día del radioaficionado
Se celebra el 21 de octubre en conmemoración a la fundación del Radio
Club Argentino en 1921. Por aquel entonces se reunió un calificado
grupo de radioaficionados -los primeros en el aire- quienes lo
inauguraron en una asamblea que se realizó en el salón de actos del
diario La Prensa.
Éste pasaría a ser el tercer radioclub del mundo, luego de Inglaterra
(Real Society Great Britain) y de Estados Unidos (American Radio Relay
League).
Luego, la Tercera Convención Argentina de Radioaficionados realizada
entre el 4 y el 14 de noviembre de 1950 en Mar del Plata instituyó el
“Día del Radioaficionado Argentino”.
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